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El Gobierno portugués prolongó hasta el 15 de octubre el período crítico de incendios forestales.
La Autoridad Nacional de Protección Civil informó este domingo que unos 1.300 bomberos fueron desplegados para combatir las llamas de seis grandes incendios en el centro y el norte de Portugal.
El incendio con mayor fuerza comenzó en la noche del viernes al sábado y perjudica al municipio de Pampilhosa da Serra, en el centro del país, para el lugar fueron movilizados 570 bomberos, unos 170 vehículos de extinción terrestre y tres medios aéreos.
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Además tiene seis frentes activos y ha obligado a cortar tres carreteras y a evacuar seis aldeas.
El fuego se reactivó en Pampilhosa da Serra, donde murieron 64 personas y otras 250 resultaron heridas por el gran incendio que se inició el pasado 17 de junio en la zona.
En el municipio de Mortágua, al norte de Coimbra, se encuentra otro gran incendio que preocupa, en el lugar trabajan más de 300 efectivos para intentar controlar las llamas.
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El tercer incendio reportado es en Alvaiázere, en el centro de Portugal, allí se encuentran desplegados 285 bomberos para combatir el fuego.
Los otros tres incendios están en los municipios de Braganza (norte), Ribeira de Pena (norte) y Vila Nova de Paiva (centro).
El secretario de Estado de Administración Interna, Jorge Gomes, visitó el sábado la zona afectada considera que varios de los incendios que afectan a Portugal este fin de semana tienen "origen criminal".
