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El 31 de diciembre de 1999 a las 12 del mediodía, miles de panameños y el mundo entero fueron testigos de la reversión definitiva del Canal de Panamá.
Ese día la bandera panameña ondeó por primera vez en el edificio de la Administración del Canal, en el mismo lugar donde, desde inicios del siglo XX, permaneciera izada la bandera estadounidense.
Hoy hace 18 años nos preparábamos para uno de nuestros retos más grandes como país: recibir el Canal de Panamá. Comparte tus recuerdos y fotos de ese día con nosotros usando #NosEncantanLosRetos pic.twitter.com/DQWbKh3VTW
— Canal de Panamá (@canaldepanama) 31 de diciembre de 2017
El administrador del Canal, Jorge Luis Quijano, señaló en un pronunciamiento que al reflexionar sobre estos 18 años en los que la franja interoceánica ha sido gestionada eficazmente por Panamá, hay que reconocer "el valor de nuestra fuerza laboral y el apoyo de todo un país".
Destacó que desde el 31 de diciembre de 1999, cuando el Canal fue transferido por EE.UU., "los panameños nos hemos esforzado para enfrentar el reto de operar, administrar y mantener el Canal de forma exitosa, rentable y transparente", incluyendo, dijo, tomar la decisión de ampliarlo y culminar el proyecto más importante desde la apertura de la vía en 1914.
En 18 años, los panameños hemos superado múltiples retos administrando el Canal con éxito, transparencia y de forma rentable. #NosEncantanLosRetos pic.twitter.com/2du51yViXN
— Canal de Panamá (@canaldepanama) 31 de diciembre de 2017
De acuerdo con datos de la Autoridad del Canal de Panamá, en 18 años de administración panameña, el Canal ha entregado aportes directos al Tesoro Nacional por 13.330 millones de dólares.
Sin embargo los beneficios económicos no se han usado para atender los problemas de pobreza, desigualdad social, desempleo y otros temas sociales.
Problemática social
El presupuesto público para el 2018 supera los 23 mil 300 millones de dólares sin embargo no presenta una solución viable para disminuir la pobreza en una nación de apenas cuatro millones de habitantes. La cuarta parte del monto es para pagar los servicios (intereses) de la deuda del país.
Un ejemplo de la desigualdad es que el 10 por ciento de las familias más ricas de la nación tenía 37,3 veces más ingresos en 2016, que igual proporción de los más pobres en 2015.
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La pobreza prevalece en áreas rurales, en su mayoría habitadas por poblaciones indígenas. En el caso de la pobreza extrema en las zonas urbanas está por debajo del 4 por ciento, al cambio en las rurales ronda el 27 por ciento.
En los territorios indígenas, la pobreza es superior al 70 por ciento y la pobreza extrema está por encima del 40 por ciento. La falta de servicios públicos como el acceso al agua y al saneamiento, sigue siendo una limitación en estas zonas.
En cuanto a salario el 85 de los panameños ganan menos de 600 dólares mensuales, más de 450 mil personas viven en la indigencia, la desnutrición infantil en zonas urbanas se encuentra en 19 por ciento y en las rurales e indígenas alcanza el 50 por ciento.
La falta de viviendas, analfabetismo, violencia y desplazamiento de territorios indígenas a zonas urbanas a causa del despojo de las tierras por transnacionales son parte de los problemas sociales vigentes en Panamá.
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Ante este panorama sectores de la izquierda panameña, auguran un posible estallido social ante el ahogo económico al que está sometido la clase obrera, y peor aún, entre desempleados y marginados indígenas, quienes hablan de refundar la nación.
