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António Guterres sostuvo que se debe permitir el regreso seguro de los refugiados a sus hogares y que se ofrezca una solución de fondo a la situación de los rohingya.
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, catalogó la situación que viven los rohingyas en Myanmar como una "pesadilla humanitaria y de derechos humanos".
De igual manera, Guterres pidió al gobierno que disminuyan las operaciones militares, se abra la entrada de ayuda humanitaria, y se facilite el retorno seguro para los refugiados que han huido a Bangladesh.
“La situación se ha convertido en una de las emergencias de refugiados que más rápido se han agravado, una pesadilla humanitaria y de derechos humanos”, aseveró el secretario de la ONU.
Violence in Myanmar – whether by the military or radical elements – must end; Rohingya must be allowed to return home. pic.twitter.com/JGV04eWUm3
— António Guterres (@antonioguterres) 28 de septiembre de 2017
El secretario general aseguró que las Naciones Unidas recibió testimonios que apuntan a "un uso excesivo de la violencia y a serias violaciones de los derechos humanos", en el que se incluyen disparos de armas indiscriminados, minas antipersona contra civiles y violencia sexual, por lo que enfatizó que esta situación debe concluir inmediatamente.
Guterres señaló que pese a que las autoridades aseguran que las operaciones armadas terminaron el 5 de septiembre, el desplazamiento masivo de población continúa. "Al menos 500.000 civiles han huido de sus casas y buscado refugio en Bangladesh".
“La realidad sobre el terreno exige acción. Una actuación rápida, para proteger a las personas, aliviar el sufrimiento, prevenir más inestabilidad, abordar las causas de la situación y forjar, por fin, una solución duradera”, detalló el secretario de la ONU.
