FARC y ELN reiteran compromiso de lograr la paz en Colombia

Integrantes del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y la delegación de del Ejército de Liberación Nacional (ELN) sostuvieron una reunión en Montecristi, Ecuador, para evaluar cómo se han desarrollado los procesos de paz que se adelantan con el Gobierno de Colombia.

“Expresamos nuestra firme decisión de llegar a la paz completa y a los cambios y transformaciones que anhela la mayoría de los colombianos y colombianas”, refiere un comunicado. 

Para lograr este objetivo acordaron la creación de un mecanismo conjunto entre las dos fuerzas, “cuyos resultados estaremos informando al gobierno, al país y a la comunidad internacional”.

Ambos grupos manifestaron su rechazo a la persecución, asesinato y encarcelamiento a defensores de derechos humanos, líderes sociales y el asesinato de 30 excombatientes de las FARC. “Hechos que en su mayoría permanecen en la impunidad a tiempo que la Fiscalía General de la Nación insiste de manera equivocada en no hallar conexidad en los mismos”.

Asimismo, llamaron a las organizaciones defensoras de DD.HH., de víctimas, así como a sectores democráticos y alternativos a denunciar, resistir y movilizarse en “defensa de la vida, del territorio, las garantías y los Derechos Humanos de los colombianos”.

La FARC y el ELN también señalaron que la mayor amenaza contra la paz, lo sociedad y la democracia en Colombia es el paramilitarismo. “Por esta razón es necesario tomar medidas efectivas e inmediatas para el desmantelamiento definitivo de las operaciones y organizaciones paramilitares y sus redes de apoyo”.  

Sobre el problema de los cultivos de uso ilícito, ambos grupos reiteraron que debe cesar el tratamiento represivo, tales como los hechos ocurridos en Tumaco. “Es necesario actuar con sensatez, con soberanía y que el Estado cumpla los compromisos adquiridos con las comunidades, implementar Planes de sustitución, programas de inversión social, transparencia en el manejo de los recursos, así como la formalización de la propiedad de la tierra y el fortalecimiento de la convivencia”.

También se refirieron a los crecientes hechos de corrupción en la nación colombiana y cuestionaron el “comportamiento delictual de personalidades” que “pone en peligro la posibilidad de la paz y el devenir de una democracia real a la que aspiramos”.

Por último, hicieron un llamado a cumplir lo pactado en los Acuerdo de Paz y el desarrollo de la mesa de diálogo en Quito.

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