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Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), reiteraron el jueves la necesidad de instaurar la paz en la nación andina, pero sin guerra sucia.
En un comunicado leído por la comandante Erika Montero, delegada de paz e integrante de las Subcomisiónes Técnica y de Género de las FARC-EP, desde La Habana (Cuba), la insurgencia recalca que la paz en Colombia no se logrará si no desmonta el paramilitarismo.
“En otras palabras, la paz con guerra sucia no será la paz”, reza el documento.
En la espera del fin del conflicto armado que ha azotado a Colombia por más de medio siglo, las FARC-EP recordaron la muerte del comandante del Movimiento 19 de abril (M-19) Carlos Pizarro, tras el acuerdo de Santo Domingo (Cauca) con el gobierno de Virgilio Barco, que solo logró desconfianza y violencia.
“(...) un ejemplo de lo que debe ser un acuerdo serio de reconciliación. Aquel desenlace fatal solo logró extender una gran mancha de desconfianza sobre las palabras que los gobiernos plasman en los papeles de paz”, reza la misiva.
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En ese sentido, resaltan que el camino de paz iniciado en La Habana no debe desviarse a los senderos de la traición, pues debe terminar con la paz verdadera.
“(...) esas traiciones históricas que terminaron asesinando en una calle de Bogotá al comandante Guadalupe Salcedo en 1957, luego de la desmovilización de la guerrilla liberal del Llano, o al comandante de los comunes Jacobo Prías Alape, compañero de armas y de ideas de Manuel Marulanda Vélez, en la Plaza de Gaitania en enero de 1960”, expresan en el comunicado.
Insisten en que el pueblo colombiano es cada vez más consciente de sus derechos y reclaman la paz con justicia social y sin toleran victimizaciones colectivas del Estado.
Por otra preguntan al Estado colombiano el por qué niegan la existencia de una célula criminal que ha destrozado las esperanzas del país de conseguir la paz.
“¿Cómo nos van a decir que no existe paramilitarismo en Colombia? ¿Entonces qué son las Águilas Negras, las casas de pique donde se descuartiza a la gente (...) ¿Quién está matando y amenazando a los defensores de Derechos Humanos, a líderes populares y de movimientos políticos alternativos? Hay que admitir que el paramilitarismo refinó sus métodos, que no desapareció con la extradición a los Estados Unidos de los capos narco-paramilitares traicionados por Uribe”, destacan en el comunicado.
La insurgencia concluye su misiva asegurando que se deberá cumplir lo establecido en el acuerdo de La Habana de agosto de 2012, relación con las víctimas, una vez que se materialice el fin del conflicto.
Lea el comunicado completo aquí.
En contexto
Los Diálogo de Paz que se desarrollan en La Habana desde 2012, continuaron el ciclo 36 con el tema central de las víctimas del conflicto armado.
La última jornada del ciclo concluyó con posiciones encontradas entre el Gobierno colombiano y el grupo insurgente con relación a las aspersiones aéreas con glifosato, un herbicida cancerígeno usado para acabar con los cultivos ilícitos en la nación.
Las FARC afirmaron su rechazo a las fumigaciones con glifosato y saludaron el debate luego de la recomendación del Ministerio de Salud de suspender las aspersiones con ese químico.
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