El papa Francisco afirmó este jueves que quiere que los curas que hayan sido condenados por pedofilia no puedan apelar su condena en el marco del derecho canónico y, además, no está dispuesto a concederles ningún tipo de perdón.
"El abuso de un menor, si hay pruebas, es suficiente para denegar una apelación. Si hay pruebas, la sentencia es definitiva", enfatizó el sumo pontífice, durante un discurso improvisado ante la comisión de expertos.
La pena máxima en derecho canónico para los curas acusados de pedofilia es la pérdida de su estatuto religioso. "Y si hay una petición de perdón dirigida al papa, yo en el caso de esos crímenes no firmaré nada", destacó el papa.
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— M^ Matilde Bozo (@MaryBozo) 18 de septiembre de 2017
Ni tontos ni zurdos!
☝Osorno no acepta a Barros!!@Papafrancisco no aceptamos lazos con la pedofilia ☝ pic.twitter.com/ECK9iN4gua
Asimismo dijo que "en un solo caso escuché los argumentos de un obispo, el de Cremona (cerca de Mián) que quería retirar de todos sus cargos a un cura culpable, pero no su estatuto clerical".
"Ante las dos posibilidades escogí la más benévola. Pero dos años después volvió a hacerlo. Es la única vez en la que me he equivocado, y aprendí la lección", declaró el pontífice argentino.
El papa reconoció que la Iglesia católica ha tardado en reaccionar ante el escándalo de la pedofilia. "Hay una realidad, y es que la conciencia de la Iglesia sobre estos delitos llegó un poco tarde", comentó.
"Cuando esta conciencia llega tarde, eso significa que la resolución de los problemas también llega tarde. Estoy al tanto de esta dificultad, pero es una realidad y lo digo con franqueza: llegamos tarde", dijo.
"Las medidas disciplinarias que las iglesias particulares han adoptado deben aplicarse a todos los que trabajan en las instituciones de la Iglesia. Sin embargo, la responsabilidad primordial es de los obispos, sacerdotes y religiosos", sostuvo.
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