El Gobierno de Turquía detuvo este miércoles a otra persona sospechosa de haber participado en el atentado del 17 de febrero ocurrido en la capital, Ankara, que dejó 29 muertos y 61 heridos.
En total han sido detenidas 15 personas por su presunta relación con este suceso luego de que el lunes hayan sido aprehendidas tres más en el marco de la investigación.
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Los análisis de ADN realizados al terrorista que se inmoló el 17 de febrero en Ankara han apuntado a que sería turco y no sirio, como ha mantenido el Gobierno desde el atentado, según un alto cargo de los servicios de seguridad, citado por Europapress.
El informe atribuye el ataque a Abdulbaki Somer, un hombre nacido en la ciudad turca de Van. La identidad coincide con la dada por el grupo armado Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), el único que ha reivindicado oficialmente el ataque.
El pasado jueves, el Gobierno de Turquía convocó a los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), de la Unión Europea y Alemania por el atentado en Ankara.
El presidente de Turquia, Recep Tayyip Erdogan, hizo la convocatoria tras culpar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y a las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas de Siria del ataque con coche bomba contra vehículos militares.