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Brasil tiene el cuarto mayor sistema carcelario del mundo, solo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia.

Brasil tiene el cuarto mayor sistema carcelario del mundo, solo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia. | Foto: Reuters

Publicado 31 agosto 2017



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En la actualidad se calcula que existen cerca de  656 000 personas en las prisiones estatales, donde oficialmente hay espacio para menos de 400 000.

A inicios de años 56 personas murieron durante un "sangriento" motín en la cárcel brasileña AnísioJobin de la ciudad de Manaos, capital del estado de Amazonas, producto del enfrentamiento entre dos facciones criminales rivales.

Cuatro días después de la masacre en Manaos, cerca de 33 cadáveres fueron encontrados en una cárcel del estado brasileño de Roraima, en el norte del país.

>> Corte Suprema de Brasil evalúa crisis del sistema penitenciario

Según la Orden de los Abogados de Brasil (OAB) las cárceles brasileñas "están controladas por el crimen organizado" y los estados "están fallando a la hora de mantener el orden y cumplir la Constitución".

A esta violenta situación se suma que las pésimas condiciones carcelarias, de infraestructura, personal penitenciario vinculado con hechos de corrupción.

Infraestructura penitenciaria y condiciones sociales


Las promesas gubernamentales para mejorar la capacitación de los guardias y realizar otras reformas tendientes a detener las guerras entre pandillas, que se extendieron desde las calles a las penitenciarías, parecen no estar dentro de la agenda del mandatario de facto Michel Temer.

En un informe sobre las condiciones de infraestructura en las que se encuentran los centros penitenciarios del país, la organizaciónes  internacionales afirmó que las cárceles en Brasil mantienen a los presos “en celdas oscuras, húmedas y mal ventiladas”.

El sistema penitenciario refleja grandes desigualdades, es elitista, pues los criminales con nivel universitario o ejecutivos acusados de corrupción suelen gozar de mejores condiciones y no tienen que compartir celda.

Por su parte los reclusos primerizos no violentos, comparten en la mayoría de las ocasiones celdas abarrotadas con reos extremadamente violentos.

La superpoblación carcelaria


Brasil tiene el cuarto mayor sistema carcelario del mundo, solo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia. Una de las principales razones de la precaria situación penitenciaria es el creciente número de reclusos, que se revierte en una superpoblación carcelaria.

En la actualidad se calcula que existen cerca de  656 000 personas en las prisiones estatales, donde oficialmente hay espacio para menos de 400 000. Sin embargo, cada mes se suman cerca de 3000 nuevos reos a las cárceles superpobladas.

La cantidad de presos se ha incrementado más del 160 por ciento desde el año 2000.

El número de personas en prisión preventiva, es decir, los detenidos sin sentencia judicial, llega a 2 389, lo que representa el 52,9 por ciento del total.

Este incremento se debe a las nuevas leyes antidrogas impulsadas por el gobierno de Temer, que técnicamente aplican exactamente los mismos castigos por posesión de narcóticos de bajo nivel que por el tráfico más serio.

Las largas sentencias se cumplen entre pandilleros, autores de homicidios y responsables de otros crímenes violentos.

Corrupción y narcotráfico


El motín en la prisión de Manaos tuvo su causa en la lucha por el control del sistema penitenciario y el tráfico de cocaína, entre los miembros de la pandilla Familia do Norte quienes atacaron al grupo Primeiro Comando da Capital (PCC) y mataron a 67 reclusos. Cinco días más tarde, el PCC se vengó y asesinó a 33 presos en la ciudad de Boa Vista.

Investigaciones de organizaciones no gubernamentales registran que en las cárceles de Brasil los reos tienen accesos a teléfonos móviles, una serie de productos de alimentación e higiene personal, y varios productos comerciales como televisores o cerveza. 

>> Temer admite que condición de los presos en Brasil es inhumana

Igualmente tienen acceso a drogas y todo lo que entra tiene un precio y muchos de los agentes penitenciarios conocen de la situación.

Por otro lado la contratación de guardias es tema complicado y los centros penitenciarios cada vez se quedan con menos personal. Según un estudio en ocasiones un solo empleado debe vigilar a más de 300 presos.

>> Dimite secretario de gobierno de Temer favorable a masacres en cárceles de Brasil

Tras los motines en Manaos y Roraima, Michel Temer admitió que las condiciones en las que se encuentran la mayoría de los presos son inhumanas, además confesó sentirse "sorprendido" al conocer sobre grupos del narcotráfico que controlaban esas prisiones.

Desde que comenzó el año 2017, se registran más de 100 ciudadanos fallecidos en motines en cárceles de Brasil.


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