Producto de las manifestaciones que han tenido lugar en Túnez en rechazo a la política de ajustes implementada por el Gobierno de Beji Caid Essebsi, se ha registrado hasta los momentos un muerto y cientos de personas detenidas.
En una segunda noche de protestas, los manifestantes tomaron las calles de varias ciudades del país africano para protestar en contra de las medidas de ajuste recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Como consecuencia, 206 personas fueron detenidas por los efectivos de seguridad y al menos un ciudadano murió, aparentemente "por inhalación de gases lacrimógenos", declararon entes oficiales.
Tras las múltiples manifestaciones que se registraron en la capital, en el centro y noroeste del país, el primer ministro tunecino, Youssef Chahed, exhortó a la población a retornar a la calma.
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Instó a la población a entender "que la situación es extraordinaria y que su país tiene dificultades". No obstante, aseguró que 2018 "será el último año difícil para los tunecinos".
A inicios de año, el Gobierno anunció que aumentaría el precio de los combustibles, como los impuestos impuestos sobre automóviles, llamadas telefónicas, servicios de Internet, y varios artículos de consumo.