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Inglaterra acogió en 1966 la octava edición de la Copa del Mundo, año en que la FIFA estaba dirigida por el inglés Stanley Rous. El 30 de julio, día de la final en el Estadio Wembley de Londres, Inglaterra y la República Federal de Alemania se enfrentaron en la que es considerada hasta el día de hoy la final más polémica en la historia de los Mundiales de Fútbol.
Un empate 2-2 al término de los noventa minutos dio paso a la prórroga, se jugaba el minuto 101 cuando el inglés Geoff Hurst remató al arco alemán. El balón estrelló en el travesaño y rebotó contra el piso; el árbitro central, Gottfriend Dienst, no pudo observar en primera instancia si fue o no gol por lo que decide consultar a su asistente, quien sin dudar dictaminó el gol para Inglaterra.
La decisión de cantar el gol desató la histeria alemana, que nada pudo hacer para revertirlo. Este hecho es conocido como el “gol fantasma” ya que al ver la repetición no se puede certificar si el gol pasa la línea del arco o no. Rous sentenció el partido y puso el 4-2 en el minuto 120.
La final del mundial de Italia 1990 se jugó el 8 de julio en el Estadio Olímpico de Roma. La Argentina de Diego Armando Maradona y la Alemania de Lothar Mattaeus protagonizaron otra de las finales que generó controversia en todo el mundo.
El partido permaneció empatado 0-0 hasta que, en el minuto 85, el árbitro mexicano Edgardo Codesal Méndez pitó una supuesta falta dentro del área, de Roberto Sensini contra el delantero alemán Rudi Voeller. Para muchos expertos de fútbol la falta no existió, lo cierto es que Alemania se consagró campeón del mundo gracias a este tiro penal que fue ejecutado por Andrés Brehme.
El 12 de julio, Brasil y Francia disputaron la final del Mundial en el Estadio San Denis. El seleccionado ‘Galo’ ganó 3-0 a Brasil y se consagró campeón por primera vez en la historia. Pero la polémica no está precisamente en el desarrollo del compromiso, más bien sucedió horas antes del mismo.
En horas de la mañana, la Selección Brasileña descansaba cómodamente en el hotel después del almuerzo. Ronaldo el ‘fenómeno’ y Roberto Carlos miraban una carrera de Fórmula 1, minutos después el delantero brasileño sufrió una descompensación en su salud. Su compañero de habitación alertó al cuerpo médico y rápidamente lo llevaron al hospital más cercano.
La versión que dieron los médicos de la ‘verdeamarela’ fue que Ronaldo sufrió un ataque de epilepsia y que se le suministró una serie de fuertes medicamentos para que puediera jugar la final.
Hay varias versiones sobre el hecho, un rumor que se corría en los pasillos del hotel fue que Ronaldo se puso mal minutos después de haber desayunado, lo que generó diversas especulaciones pero la que tomó fuerza fue la que dio Bruno Carú, médico del Inter de Ronaldo en Milán pero ¡14 años después!
Carú argumenta que estudió todos los expedientes médicos de Ronaldo y según él, no fue epilepsia, sino que sufrió una crisis cardíaca, que fue lo que le causó las convulsiones.
Lo cierto de todo esto es que el astro brasileño jugó uno de los peores partidos de su carrera.
La final se jugó el 9 de julio en el Estadio Olímpico de Berlín entre Italia y Francia. Zidane al minuto 7 y Materazzi al minuto 19 pusieron el 1-1 que duró los 90 minutos. En el tiempo extra ambos futbolistas fueron protagonistas principales de la prórroga y no precisamente por sus goles.
Al minuto 110 Zidane lanzó el último cabezazo de su carrera futbolística. Agredió al defensa italiano Materazzi y el juez argentino Horacio Helizondo no dudó en mostrarle la tarjeta roja.
Zidane sostiene que Materazzi agredió verbalmente a su hermana, lo que hizo que el ‘Zizou’ perdiera el control, pero la historia no termina ahí.
Diez años después, el italiano publicó un libro titulado "Che cosa ho detto veramente a Zidane" ("Qué he dicho en verdad a Zidane") donde reconoce que dijo algo en contra de su madre que hizo enojar al 10 francés.
En el mundial de 1934, Italia y Checoslovaquia se enfrentaron en el Estadio Nacional del partido Nacional Fascista de Roma. El juego lo ganó Italia 2-1 en la prórroga, pero lo que hace interesante a esta final es que Benito Mussolini aprovechó la oportunidad para hacer propaganda del Fascismo italiano. Muchos medios e historiadores dan la versión de que la selección italiana jugó bajo presión, pues Musollini habría amenazado de muerte a todos los jugadores si no conseguían la Copa del Mundo.
