El precio del gas licuado de petróleo (LP), combustible utilizado en siete de cada 10 hogares mexicanos para calentar el agua y cocinar alimentos, se encareció cerca de un 40 por ciento durante 2017, informaron este domingo medios locales.
De acuerdo con la información, al ser el primer año en que los precios de los combustibles no estuvieron regulados por el Gobierno, los precios se definieron por las fluctuaciones del mercado.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado (Amexgas), más de 90 millones de mexicanos consumen gas LP y actualmente el consumo residencial per cápita es de 74 kilogramos al año.
Este aumento se suma al encarecimiento del servicio de electricidad y al costo de la vida. Se estima que durante 2017 el precio de la gasolina subió entre 17 y 25 por ciento, de acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
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Por el contrario, el salario de 19 millones de trabajadores aumentó hasta noviembre 0.56 por ciento a 333 pesos diarios (lo equivalente a 18 dólares estadounidenses), dentro de una economía con altos índices inflacionarios.
"Los costos y gastos subieron y las ganancias disminuyeron" (...) Cada vez gastamos más en luz y gasolina. Yo he dejado de utilizar el carro, solo lo uso en los días más necesarios", declaró un trabajador de Ciudad de México.