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Aunque Trotski fue el segundo líder de importancia de la Revolución rusa, terminó siendo expulsado de la Unión Soviética.
La muerte de León Davídovich Bronstein, más conocido como Trotski, sucedida en México el 21 de agosto de 1940, es el final de la peregrinación del comunista que dirigió la toma del Palacio de Invierno en 1917, fundó el Ejército Rojo en 1918 y derrotó a los ejércitos de 14 naciones imperialistas que invadieron la Rusia soviética.
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A 80 años de su partida física, la vida de Trotski se nos presenta llena de curiosas coincidencias. La casa donde murió asesinado se encontraba en una calle llamada Viena, la primera ciudad extranjera a la que arribó huyendo del zarismo. El día en que nació, 7 de noviembre, será cuando triunfe la revolución bolchevique en 1917. El año de su natalicio es 1879: los números invertidos de 1789, el año de la Revolución francesa.
Para más, el comienzo de su primer exilio, sucedido en 1902, será un símbolo de su atolondrada vida. Sus camaradas lo esperan en la ciudad suiza de Zurich, pero, a la hora de comprar el pasaje, en la misma terminal de trenes, Trotski se percata que sólo tiene dinero para seguir hasta Viena. Como no puede quedarse en Rusia donde es perseguido, se ve obligado a viajar a Austria y apelar a la solidaridad de otros compañeros, para poder seguir camino a Suiza.
Trotski, aunque terminaría siendo el segundo líder de importancia de la Revolución bolchevique, al morir Vladímir Ilich Lenin en 1924, comenzará a ser perseguido por Iósif Stalin, quien en 1922 había ocupado el cargo de secretario general del Partido Comunista.
Tras denunciar la excesiva acumulación de poder de Stalin y sus prácticas totalitarias, León Bronstein será expulsado primero a Kazajstán, en 1927 y en 1929 lo obligan a exiliarse en Turquía. A Trotski se le terminará privando de la ciudadanía soviética y jamás podrá regresar al Estado socialista que construyó junto a Lenin.
Stalin, quien habrá concentrado un fuerte poder político, comenzará a tratar de eliminar físicamente a quienes se le opongan. De este modo, los principales líderes fundadores de la Rusia socialista terminarán siendo fusilados, bajo falsas acusaciones de traición.
Sin embargo, esto no bastará a Stalin, quien asesinará a los dos hijos de Trotski, tanto a Serguéi Sedov en la Unión Soviética en 1937, como a León Sedov en Francia en 1938. Desde el exilio, León Bronstein sufrirá ver exterminada a toda su familia, salvo a su esposa Natalia Sedova y un nieto, Vsevolod Volkov, quien hoy, bajo el nombre de Esteban vive aún en la ciudad de México.
Sin embargo, LeónTrotski no detendrá su militancia política. Desarrollará la teoría de la Revolución Permanente y fundará en 1938 la IV Internacional comunista. Al mismo tiempo, en el exilio, escribirá sus tres principales obras, Historia de la Revolución Rusa, Mi vida y La Revolución Traicionada. Este último título es fundamental para entender la caída del socialismo en la Europa del Este y la Unión Soviética.
La última casa de León Bronstein será en Coyoacán, ciudad de México. Debido a que en ese mismo país atentan contra su vida, convierte a su hogar en una fortaleza. Sin embargo, el 22 de agosto de 1940 un espía al servicio de Stalin lo asesinará golpeándolo con una pica en la cabeza. Hoy, 80 años después, tras ser convertida aquella casa en un museo, Trotski reposa, junto a su esposa Natalia Sedova, bajo una bandera roja.
