"Lagua" y la profundidad ancestral de la cosmogonía Mapuche | Blog | teleSUR
1 noviembre 2021
"Lagua" y la profundidad ancestral de la cosmogonía Mapuche

Se llama Lagua, habita en Esquel, en pleno centro de la Patagonia Mapuche ocupada por Argentina, y a través de su canto reivindica todo el newen (la fuerza) de su pueblo. Verla en un escenario, bien plantada sobre sus dos piernas y con la guitarra como escudo protector, provoca algo muy parecido al estremecimiento. Pero cuando de su boca nace el canto ancestral, se siente que el mapudungún, esa hermosa lengua a la que desde la Conquista en adelante se quiso infructuosmente cercenar, lo va envolviendo todo y la música fluye como el viento y los ríos de la tierra que se reivindica. Lagua anduvo recientemente por la ciudad de la furia y aquí, cantando en un escrache al genocida Roca o en las jornadas de los pueblos originarios frente al Congreso, pudo demostrar, que es una excelente embajadora cultural del pueblo Mapuche. Con ella dialogamos para conocer más y esto es lo que salió:

"Lagua" y la profundidad ancestral de la cosmogonía Mapuche

-Lagua, contanos un poco cómo empezaste a introducirte en el canto, en la música

En realidad, no sé si hay un comienzo de la música, digamos asi como un empezar, tengo la música en mi vida desde siempre. Siempre ha sido primordial. Además, dentro de mi familia, vengo de un familiar de  peñeros, mi papá hizo la primera peña de Esquel, junto a mi mamá. Nací en eso. Así que cantar cantar, creo que canto desde que tengo noción de lo que es balbucear algo. Sí tengo algún recuerdo de que hay un antes y un después a los 7 años, es la primera vez que me subo a un escenario. Ahí fui comenzando, desde un lugar bastante urbano, por así decirlo. En un principio desde un lugar muy folklórico, porque mi mamá y mi papá eran de esa cuestión y después como buscando otras cosas. Lo que se contraponía al folklore era todo lo urbano, el rock, el pop, todo eso. Anduve bastante tiempo por ahí, bastante. Todo este camino anterior sin autopercibirme como mapuche. Después tuve un período de composición muy fuerte, cuando me fui a la universidad, porque estudié composición. Ahí fue como una explosión de creatividad, fui a hacer obras para cuarteto de cuerdas, obras para piano, mucha cosa así. Mucho de encontrarme con mi propia voz. Pero todo en ese tiempo estaba metida en el rock, muy en eso, muy urbana digamos. Luego siguió pasando el tiempo, yo también como acomodándome, encontrándome con mi historia de ser mapuche. Hubo como un abanico de años, muy lentos, como pequeños pasitos, muy mezclado con lo hippie. Es eso, el camino cuando no naciste en una lof, si no estás en una lof, si no tuviste la oportunidad de estar con tu gente, es difícil, porque hacés desde donde podés. Hablando con tu gente, pero con lo poquito que ellos también saben, era bastante difícil ese trayecto. Fue muy muy lento.

-¿Hablás mapudungun?

-Hablaba muy poquito. Por parte de mi papá soy mapuche Kamiare pero él nunca nos habló.

¿Qué significa ser mapuche Kamiare?

-Es que soy mapuche rankulche de la parte del Norte de San Luis, de allí es mi abuela, por ella soy rankulche, ranquel, pero es rankulche en realidad, y por parte de mi abuelo soy Kamiare, por el lado de Córdoba. Del lado de mi mamá soy mapuche también. Gente que venía del Gulumapu y se quedó. Con el genocidio, nos fueron acorralando, mi abuela y mi mamá nacieron en Cushamen, pero yo pertenezco a la segunda generación, cuando se callaron, justamente porque estábamos allí. Mi abuela nació en 1912, es decir a un pestañeo en donde Roca estaba mirando. Porque esa es la realidad, nosotros si lo pensamos históricamente, 1912 es 20 años, si lo pensamos ahora es como si fuera el 2000. Si una recuerda el 2000 es un pestañeo, históricamente es un pestañeo. Ellos sabían que corrían riesgo, y todavía eso sigue igual, digamos.  En ese momento, mis abuelos deciden irse de Cushamen y de alguna manera negar lo que somos. Así se crió mi ñuke (madre),  hasta los 10 u 11 años estuvo en la Lof, pero a ella le borraron la memoria. A partir de eso, de que se fue al Maitén, un pueblito cercano de Cushamen, empezó a hacer vida de winka. Quedaban resabios, porque hay muchas cosas que me enseñaron, pero nunca me dijeron que eran mapuches. Montón de cuestiones que yo hoy las reconozco, pero en ese momento no lo sabía. Pero la lengua se borró, nunca nos hablaron en mapudungun. Cuando se recordaba alguna cuestión que tenía que ver con nuestros ancestros siempre se nos enseñaban que nosotros éramos de afuera, como que estábamos acompañando, pero nunca como que nosotros éramos parte. Lo cual hoy con la lectura que le puedo dar, eso es imposible, porque llegar al Kamaruko de Cushamen, hace 40 años atrás o más, no entraba cualquiera, solo entraba gente mapuche. No entraban. Hoy los kamarikun son más abiertos, puede llegar gente un poco más sensible, que capaz no están dentro de lo que es la ceremonia, pero si van, pueden estar ahi, mirando.  En ese tiempo, 40 años atrás no, eso no existía. ¿Cómo era posible de que mi familia llegara?, simplemente porque claramente éramos.

-¿Entonces, cómo empezaste a hablar y cantar en mapudungun?

-Porque a nosotros nos atraviesa un mundo que existe pero que no se ve. Que tiene que ver con la memoria, con la memoria ancestral. Hay cosas que desde la lógica no se pueden explicar, pero llegan. Cuando fallece mi chao, mi papá, el primer wiñoy xipantv que pasamos en familia, mi mamá, por primera vez, empieza a recordar. Nosotros, como hijos, nos quedamos asi como “de donde sacaste esto.” Nunca nos había hablado de eso. Ahí fue cuando ella empezó a recordar. Recordar cosas del campo, no recordaba la lengua, no recordaba ciertas cosas, no se percibía mapuche. Con el tiempo lo entendí. En una vuelta le pregunté, «¿mamá porque no nos dijiste que éramos mapuche?». Ella me dijo que “nosotros éramos no más, no teníamos necesidad de decir que éramos”, simplemente éramos, nacemos, crecemos con una cultura y no necesitábamos decir a otro quienes éramos. Eso lo pude entender, a lo largo de los años, charlando con otra gente, me confirmaron eso, digamos. Después cuando falleció mi ñuke, suceden algunas cuestiones fuertes. Falleció en 2017,  ella muere de muerte súbita, fue bastante trágico para los que quedamos. En ese tiempo en el 2017, ella falleció en marzo, yo caigo muy feo, tan fuerte que lo único que hacía y lo que me salvó fue el canto. Porque durante ese tiempo que permanecí hacia adentro lo único que hacía era llorar y cantar, lloraba y cantaba. Quienes me iban a acompañar recibían eso, lloraba y cantaba, no podía hacer otra cosa. Lamentablemente, el 1 de agosto de 2017 desaparecen a Santiago Maldonado, yo estaba en mi duelo, pero hubo alguien que me llamó y me dijo tenés que venir a cantar.  desaparecieron a un chico y estamos por hacer una movida cultural, necesitamos que te escuchen, y allí salí por primera vez.

-Ese hecho doloroso te generó la necesidad de comprometerte más con tu cultura y te ayudó a posicionarte como mapuche?

-Toda esa movida cultural, esa cuestión del pedido de justicia por Santiago, hizo que empezara a cantar mucho en espacios culturales que tenían que ver con el activismo, especialmente. En ese tiempo ya tenía algunas canciones en mapudungun. Frases que le preguntaba a alguien, “quiero decir tal cosa, o como se dice tal cosa”, pero muy asi esporádicamente. Pero cuando empecé a meterme en esto, empecé a escuchar por ahí el contenido, entender el porqué de la historia, me empecé a meter en esa cuestión. En esa época, me dije: voy a aprender mapudungun, me metí en un curso en el que estuve dos meses, con toda la furia. Me sucedió algo muy especial, en ese taller, yo no entendía lo que es la memoria, la memoria ancestral, y la memoria que te oprime. Porque yo no salía del “mari mari”, no podía, era como que te decía, “sí», se dice «mai” y yo a las dos horas no sabia como se decía “sí». Era una negación absoluta. Entonces en ese taller una lamgen me dice ¿sabe qué le pasa a usted? ¿sabe por qué no recuerda? porque  su madre y a su abuela, se lo prohibieron, a ustedes se lo prohibieron, usted tiene que reconocer eso, porque cuando usted reconozca  va  a empezar a llegar el mapudungun». Fue como un “faaaa”. y sabés que a partir de eso me empezaron a hablar en mapudungun en sueños. (rie) Era muy loco, me hablaban y luego me iba al taller y le decía “me dijeron tal o cual cosa”, no entendía nada.  Eso fueron dos meses, después todo lo que fui recordando, porque en realidad es recordar más que aprender, eso llegó. Empecé a comunicarme en mi llellipun, al principio en winka, luego en mapudungun, al mes ya hablaba con mis ancestros, con la naturaleza todo en mapudungun. No se de donde vienen esas palabras, no lo puedo explicar a eso, pero se que están. A veces armo cosas desde el pensamiento winka, pero muchas veces, principalmente cuando una habla con el mundo visible e invisible salen simplemente, llegan. Una ni sabe que sabe esas palabras, pero llegan, simplemente.

-Días atrás cuando cantaste frente al Congreso, en pleno centro de Buenos Aires, mirabas al cielo, a los árboles, hablabas para alguien al que no se veía. En general, debería ser raro que alguien introdujera su música hablando con los pájaros o el viento, pero para los pueblos  originarios eso debe ser muy vital, casi una necesidad, el tema de estar compenetrada con la tierra, y con la naturaleza muy cerca, ¿Cómo se vive eso cuando estás en una ciudad como Buenos Aires, lejos de tu entorno natural?

-En realidad es todo un aprendizaje. Al principio cuando sentí esta necesidad, este sentimiento de encierro, de nostalgia y de decir, “ay quiero estar en mi mapu, por qué no estoy en mi mapu, se que tengo que estar acá, pero es un sufrimiento al principio”, pero los nuestros, los kvifikece yem nunca nos dejan solos. Una vez que una empieza este camino no puedes abandonar. Siempre va a haber alguien que te va a venir a tocar el hombro. Yo estaba como que no sabía bien qué hacer, empecé a sentir una necesidad muy grande de hablar mapudungun en Buenos Aires, ¿por qué? no lo puedo explicar, como muchas cosas de lo que me pasan. Y eso hice, estaba en un octavo piso donde me alojaba, abría la ventana y cantaba en mapudungun así (hace un gesto), con la garganta a más no poder, y ahí me di cuenta de una cosa, ¿a quién le voy a hablar?, porque no voy a hablar, si no tengo ni un rabanito, ni una maceta ¿a quien le estoy hablando? Pero la mapu no es solo eso, la mapu está arriba, a los costados, la mapu está acá (se toca el corazón). Empecé a hablar con lo que todavía no pueden comercializar, que es la cosa que está en el aire, entonces, todavía estamos en comunicación con el wentemapu. Ahí empecé a ver, entonces ahí hay un aliwen, hay un árbol, hay algo, la naturaleza está. Está lastimada, pobrecita, está encerrada, pero está. Está y resiste como nosotros estamos resistiendo. Ahí empecé a darme cuenta de otras cosas, de que si bien estaba lejos de mi territorio, pero sin embargo, acá también está mi territorio. Sentí eso de que acá también es necesario un despertar. Por parte de los wariace, que no digo que no esté pero tal vez es tiempo de que sea más fuerte. Entonces, eso es lo que sentí. Sentí que cuando fui a cantar, tanto frente al monumento del genocida Roca, como en el acto en el Congreso, sentí que era necesario decir eso. Para que nuestros espíritus, para que nuestros kvifikece yem, para que nuestra memoria esté ahí, es necesario hablar mapudungun. Porque sí, para toda esa gente que había, y las había, porque me vinieron a hablar, porque si había diez mapuche, aunque no hablaran mapudungun, iban a escuchar desde el corazón, desde la memoria antigua.  Nosotros no somos esto, somos esto y somos todo lo que viene atrás y todo lo que viene por delante. Nosotros no morimos nunca, los mapuche nunca morimos, por eso es que somos entes tan peligrosos. Me imagino, las personas que quisieron matar o que creyeron matar, como a Kallfvkura, sin embargo, hoy se levantan. Esa misma sangre se levanta y otra vez estamos buscando, otra vez, es el mismo pvllv y otra vez, debe ser agotador. Pero así va a ser.

-Lagua, ¿qué se siente, como mujer mapuche dentro de este mundo, colonizado de los winkas? ¿Has sentido mucha discriminación?

-Dentro del mundo mapuche, soy privilegiada, lo sé, lo reconozco y trabajo en función de eso. Con respecto a mi gente, digamos, yo nunca pasé hambre, siempre tuve techo,  o sea yo tuve privilegios sé que tuve privilegios y eso hizo que mucha de las discriminaciones que vive y vivió mi gente y mi pueblo, no las viviera yo en este cuerpo, pero si lo vivió mi gente. Si lo vivió, de hecho, que una niña a los 11 años tenga que olvidar todo, para recordar pasados los 70, evidentemente hubo un paréntesis importante, como mujer, que a ella luego le permitió hablar. Claramente eso de creer como bueno que no hablemos porque nosotros somos indios, ni siquiera mapuche, y nosotros no somos indios, tenemos un apellido winka. Creo que también tiene que ver con esto de cuidarnos. De cuidarnos como mujeres, porque bueno una de las tantas cuestiones que se hacían en mi pueblo, el tema de la violación, no voy a decir que era un pecado capital, porque es cristiano, pero casi, era gravísimo. Una persona que violaba, se castigaba y se castiga  fuertemente,  se la saca de la lof, no se le permite reinsertarse. Sin embargo, eso fue lo que trajo el winka, muchas violaciones, una de las cosas que trajo de humillación, es eso. Agarrar a las mujeres como cosa propia, quieran o no quieran. Entonces, puedo hablar desde mi, digamos, sí hubo una cierta discriminación, sé que la hubo, no me hizo tanta mella a mí, pero porque tengo el espíritu que tengo. Pero ese espíritu que tengo, y que no cualquiera puede hacerme mella, también eso no me nubla la vista para reconocer de que a mi mamá, que si no hacia ciertas cosas, posiblemente hubiera terminado debajo de un puente violada, por los winka, mi mamá o quien fuera.  Son cosas que por ahí, el winka nunca entendió. Nosotros nos acompañamos, nosotros los mapuche somos complemento siempre, no hay una cosa diferente de la otra, el hombre no es una cosa y la mujer tampoco. Siempre fue así, cuando hablamos siempre somos en todos los sentidos y eso tiene que ver con el ser mujer. Dos cosa voy a decir, que por ahí desde el mundo winka es impensable, por ejemplo, una de las cosa que describieron los winka, era por qué las mujeres éramos tan libres,  ellos se referían a que podían llegar a acostarse con cualquiera, para nosotras eso no es malo, la mujer era libre al igual que el hombre, hasta que tenía un compromiso, cuando se cumplía ese compromiso que era ya la cuestión de unir la lof, eso ya era otra cosa, pero hasta ese momento no se la iba  juzgar por ser libre. Esta es una de las cosas, que fue algo terrible que trajo el winka y nos sacó de lo que éramos. La otra cosa era la cantidad de géneros que había, no había hombre y mujer solamente, lo que dijo mi ñuke en otro sentido, pero eso se aplica a todo. Nosotros éramos no más, no había necesidad de decir “yo soy tal o cual cosa” simplemente se era.

-En estos momentos se están produciendo recuperaciones de tierras por parte de tu pueblo. Por ejemplo en Río Negro. Allí, en la Cuesta del Ternero, las fuerzas represivas atacaron la Lof Quemquemtrew: hubo detenciones, comunerxs golpeadxs, aún hoy hay gente resistiendo y gente aguantando a los que resisten, pero esto no es nuevo, se reproduce a ambos lados de la cordillera. ¿Cómo vivís esos hechos dolorosos desde tu ser mapuche y desde tu canto también?

-Las tierras que han sido recuperadas, no hay vuelta atrás, o sea, han sido recuperadas para WallMapu sea de la lof en resistencia que sea, se recuperó para volver a ser el territorio antiguo, nuestro territorio, por más que hagan lo que hagan, no habrá vuelta atrás. Claramente cada vez que escuchamos ciertas cosas que van contando los pu lamgen, se sufre con todo eso, en lo personal nunca estuve en una represión, , por “x” causa nunca he estado, si he estado en territorio y seguiré estando desde el lugar que pueda. Desde ese lugar es donde se puede llegar a compartir o aprender. En el territorio lo que voy hacer principalmente es aprender de la gente, porque la gente que está allí, tiene un kimvn que quienes están fuera no lo pueden alcanzar, todavía. Eso se nota cuando se está en el territorio, se nota con la conexión que tienen, 
Si bien vivo en el campo, todo eso no es un lugar comunitario, y todo lo que a nosotros nos mueve es lo comunitario. Creo que esto que ha resurgido, que decretó en su momento Kallfvkura, que dijo “en los hijos de mis hijos, volveré”, está sucediendo hoy. Así como conté que llegaba el mapudungun y que no sabía cómo llegaba, esto está llegando a nuestros espíritus y eso no se puede parar o sea no se va a parar. Es importante saber y que la gente sepa lo que ocurre, porque hay muy mala información. A mi me han llegado a decir: “yo tengo un departamentito, esto también me lo van a sacar?” Claramente, nuestra lucha tiene que ver con ir en contra de los grandes terratenientes y contra la gente que está queriendo hacernos mal a nosotros, a la mapu y a todos, a eso vamos. No es nuestra idea otra cosa, nunca he escuchado decir que todos los que vienen de afuera se tienen que ir, en mi pueblo eso no existe, Sin embargo muchas veces nos mataron, el Perito Moreno se sentaba a tomar mate con nosotros y luego nos exhibió en el museo de La Plata, sin embargo nuestro pueblo siempre fue abierto a cualquier cultura. 
Hay un testimonio, no me acuerdo si fue de Muster, que cuenta que él fue a saludar a un Longko, supóngase que habló en español y él no entendía, le habló en ingles y él tampoco entendía, le habló en francés y ahi le entiende, El hombre no podía entender como este hombre que vivía en «la nada, en el desierto», podía saber tantos idiomas, y lo sabía porque había venido gente antes y se lo había enseñado, asi de simple y sencillo. Nuestro pueblo no es un pueblo cerrado o que se queda ahi y nada más, no es un pueblo, que como dicen: “es  terrorista y no quieren diálogo”. No, lo que más queremos es diálogo. “Venga, siéntese ahí y charlemos, pero no charlemos como usted sabe charlar, en dos minutos y firmando por abajo, pasando los dólares, charlemos de verdad, charlemos mucho tiempo, hasta que nos pongamos de acuerdo” pero para eso tienen que estar a la altura los políticos, por eso que los políticos no se quieren sentar con nosotros, nos tratan como inferiores, que no sabemos conversar, que no sabemos hablar. En nuestro pueblo somos grandes maestros en oratoria, nos llevaban al monte así y nos decían «bueno hable en mapudungun» y ahi hablábamos y hablábamos, y sí hablábamos. Eso mismo lo podemos lograr, haciendo entender a mucha gente que quiera entender. Si nos empezamos a fijar quienes están detrás de todas esas mentiras de que «los mapuche son terroristas, que no dialogan”. “Contame a ver qué es lo que tenés vos”, “ah yo tengo esto” “y de dónde viene esto?” “ah no sé”, ahí es cuando empiezan la rispideces, cuando el otro no quiere saber de dónde viene. Lamentablemente lo que hay que decir es que no fue hace tanto tiempo que estas tierras fueron robadas, así lisa y llanamente, acá hubo y hay riquezas que para nosotros pasan por otros lado, nosotros no las explotamos. Ellos dicen: “Los mapuche son vagos”, no, es que no lo necesitamos, para qué vamos a explotar una montaña, si lo que necesito es un chaway que me va a durar toda la vida, o sea, ¿necesito explotar una montaña para sacar plata?, si lo que necesito es un chaway que tengo desde hace 15 años y me voy a morir con ese chaway.  Nuestro sistema es completamente anticapitalista, claramente, eso va en contra de los intereses de unos pocos, eso es lo que hay que entender y eso es lo que se tiene que enterar el pueblo oprimido, la persona que va en el colectivo, la que vuelve y esta re-cansada porque estuvo trabajando, eso tiene que entender, que no es en contra de ellos. Nosotros lo que queremos es volver a tener lo que es nuestro y eso que se recuperó, no se va a volver atrás. 
Vos me preguntaste qué es lo que sentía con esto  de la Lof Quemquentrew, porque es la Lof Quemquemtrew hoy y vamos a estar poniéndole todo el newen  para que salga lo mejor posible. Esta saliendo bien, a pesar de todo eso, porque tenemos newen. Pero hay muchas más Lof, que están ahí resistiendo, porque el pueblo Nación Mapuche es uno solo, estamos volviendo y Wallmapu va a volver a ser lo que era, le guste a quien le guste, es lo que corresponde, porque nosotros a lo largo de miles de años fuimos haciéndonos parte de esta tierra. Hablando con los pu gnen, hablando con los pu newen, hablando con los antiguos, pero no de hoy a mañana, no en un taller de 9 meses, sino años fueron esos, y después pretenden que nosotros digamos que Argentina va sobre nosotros o Chile va por sobre nosotros, o Bolivia o cualquier país, cuando fueron 5 locos los que se reunieron y dijeron este país se va a llamar de esta manera y va de acá hasta acá,  completamente ilógico, desde nuestro pensamiento es ilógico, porque todo lo que nosotros armamos, incluso las recuperaciones siempre se arman en comunidad y por consenso y por eso es que dicen ellos que nosotros no sabemos hacer, sabes la cantidad de xawvn, la cantidad de diálogo que hay detrás  de una recuperación, son años para llegar a decir sí, ahora sí, pero no solamente diálogo entre  nosotros, diálogo con los anteriores, diálogo con los de arriba y de abajo, y hablar y hablar, los que no dialogan hablan más de lo que dicen que dialogan.


teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección




Perfil del Bloguero
Periodista argentino en medios de prensa escrita y digital, radio y TV. Escritor de varios libros de temas de política internacional. Director del periódico Resumen Latinoamericano. Coordinador de Cátedras Bolivarianas, ámbito de reflexión y debate sobre América Latina y el Tercer Mundo.
Más artículos de este bloguero



Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.