La Mérida hermética de Venezuela | Blog | teleSUR
18 marzo 2018
La Mérida hermética de Venezuela

Sin pretender, en modo alguno, hacer una mala copia de la prosa empalagosa del trujillano Mario Briceño Iragorry, en su libro de ensayos Mérida la hermética (1997), he tomado en préstamo este metatexto de su libro, con otra visión y otra lectura alejada de las complacencias discursivas para la burguesía y su godarria andina, propias del citado autor, cual dedicatoria de emisora radial pueblerina, teniendo en común, la coincidencia de que una de las tres Méridas del planeta Tierra, la de la República Bolivariana de Venezuela es “hermética”, a partir de un conjunto de complejos semióticos o de significaciones, que reflejan lo que hoy somos los merideños y el porqué estamos tan “rejodidos” (en la jerga popular venezolana, su carga semántica no tiene traducción, pero se aproxima a “estar mucho peor que mal”) y alejados de toda la prosa poética y bucólica que en la narrativa, poesía y ensayo con pose academicista y pseudointelectual merideña pretenden vendernos y dejar como testimonio, aparentando ser lo que no somos en Mérida, para así, preservar los intereses de los que pretenden que sigamos siendo lo que ellos quieren que seamos y sinque lo sepamos. 

La Mérida hermética de Venezuela

Esta noción u otra visión de lo que es esta Mérida de nosotros los gochos, los andinos que estamos tan cerca con Colombia, es, en cierta manera, un reflejo social de la geografía venezolana, aunque con otros antecedentes u otras taras sociales, morigeradas en unos casos y silenciadas en otros, lo que en definitiva conduce, a una tragedia, la de no poder ocultar estas taras sociales cuya determinación es económica y moldea al ser social y al animal político que hay, además, en la geografía interior de muchos actores de este quehacer, porque este es su mundo más posible o su mundo conocido y del que se agarran, desde la ignorancia aprendida, los horrorosos fetiches mágico-religiosos y la mediocre tradicionalidad transmitida por generaciones y generaciones, hasta hoy, pese a que con el Comandante Hugo Chávez Frías, se rompieron esos diques del “ser poquito” o “poquita cosa”,  del “destino manifiesto” o “predestinación” y del “fracaso del sujeto padeciente” de los de abajo ante los de arriba.

Desde esta visión material real y concreta, desapegado de sentires, amores y desamores, hemos de comprender que lo que hoy conocemos como Mérida en Venezuela, se fundó el nueve de octubre de mil quinientos cincuenta y ocho (09/10/1558), a sangre, pólvora, espada, fuego y crucifijos, por el oficial de segunda categoría, el capitán Juan Rodríguez Suárez, nacido en la bucólica Mérida de Extremadura (España), imponiendo el nombre de Santiago de Los Caballeros deMérida a la ciudad en honor a la tierra en donde este señor invasor nació, lo que derivó en que la meseta al pie de la cordillera andina con cara al Mukumbarí (lugar en donde se oculta o posa el sol, según los extintos indígenas tatuyes) y del Mukumbarila (en donde nace), llevase este nombre,en una ciudad pensada para esa naciente clase social de blancos españoles con lo peorcito de la corona española enviados a la Capitanía General de Venezuela, con blancos criollos derivados de esos españoles establecidos en estas tierras y los blancos de orilla, que eran los más de ellos, provenientes de los cachos que los señorones le montaban a sus esposas con las nativas y con las negras esclavas.

Luego de cierto tiempo, con las bondades que les ofrecían la conquista y las riquezas naturales, la trinidad embrutecedora del merideño, conformada por el poder religioso, el poder político y el militar, establecieron como un orden divino el que las mejores viviendas, las mejores tierras, las mejores zonas fuesen de su propiedad y las periferias sólo quedasen para los pobres, conformados por negros, esclavos, indígenas nativos que hayan podido sobrevivir a la matanza preciosa de esa “Mérida de caballeros”, todos éstos al servicio de esa godarria que creó su mundo de fantasías, mentiras, medias verdades, verdades a medias y mentiras edulcoradas, que has hoy, han hecho de Mérida lo que es y lo que somos.
Geográfica y arquitectónicamente, podemos ver que las mejores zonas de la meseta que conocemos con el mismo nombre, ciudad de Mérida, está destinada a los espacios de vivienda y solaz de la godarria andina, entre apellidos reconocidos  de los que aún se jactan y a los que muchos o la mayoría de los políticos, intelectuales inorgánicos y cuanto servil sepa leer y escribir, han destinado sus plumas y alabanzas, mientras que las periferias, el curso por donde transitan las heces fecales o la mierda, las zonas de alto riesgo para la vida humana y los peladeros de chivo, quedaron destinados para que los pobres las  habitaran, enzonas como la cuenca del Chama, El Rincón, La Vuelta de Lola y Ejido, mientras que en la medida en que se iban fundando pueblos, con aquello del reparto del botín, se fueron replicando veintidós (22) pueblos que hoy conocemos como cabeceras de municipios, con una godarria de orilla, con mayores traumas y complejos y con la maldad escondida en crucifijos, quienes replicaron el remedo de lo que era la Mérida de la Meseta y, así, fueron estableciéndose pueblos con periferias de pobres a su servicio, excepto en zonas muy libérrimas como Bobures y Palmarito, en donde los negros arrechos y decididos a vivir o morir por su libertad, se hicieron cimarrones y resistieron al blanco español y criollo, hasta que el hambre y la miseria los doblegaron y terminaron sirviendo mansitos a sus opresores y explotadores, hasta el sol de hoy, a orillas del manso lago de Maracaibo.

De lo anterior narrado, poco o nada ha cambiado, excepto que aquellos seres de la vieja godarria han muerto en la paz de sus camas y llorados por los pendejos oprimidos, más los herederos de esa vieja godarria, que hoy siguen siendo los amos de la Mérida hermética y de la mentira, en donde la religión hizo su nicho y es el principal poder de esta región, en un mundo mágico-religioso, lleno de temores, fantasmas, fetiches por doquiera, traiciones, explotación, doble moral y opresión, todo callado herméticamente.

Así, con profundo asco y repulsión por la descomposición social que se ha agudizado en la bucólica “Mérida hermética”, en donde todos saben lo que pasa y todos lo callan,contemplamos, por ejemplo: 
- un cardenal que llama a derrocar a  Nicolás Maduro en medio de la más asquerosa impunidad, seguido por un grueso de la clerecía y de monjas, que desde los púlpitos promueven el odio y la muerte de chavistas, en este reino de la opulencia de la jerarquía eclesiástica católica que enseña al Pueblo a que sirva con humildad a sus amos, la godarria merideña, y que odie a sus liberadores y emancipados que salgan de su seno; 
- un rector de una universidad, como la Universidad de los Andes (ULA), quien ha robado con descaro, se ha vendido para sí mismo, terrenos y propiedades de la ULA, dirige y cohonesta el golpe de Estado contra el Presidente Nicolás Maduro y se da el tupé de exhibir y decir cómo hay dirigentes de la revolución bolivariana, socialista y chavista, que lo protegen y a quienes él somete, por el simple hecho de que es el rector de la ULA; 
- vemos una tradición de jueces y magistrados, que de no ser hijos paridos por las madres de esa godarria merideña, están condenados al ostracismo y a ser destituidos o trasladados a otras regiones, a menos que le teman a esa trinidad embrutecedora y sirvan a sus intereses, en una región en donde, por ejemplo, la jueza de control cuando se introdujo una querella contra el actual gobernador de Mérida, quien desconocía a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), se aculilló y por más de treinta días guardó un silencio y retardo administrativo, para decidir si admitía o rechazaba la querella, para que, después de un tiempo de abandono, declarar desistimiento de la causa de parte del demandante, quedando así, ella, bien con dios y bien con el diablo, en el reparto de cuotas de poder económico y político, porque en Mérida casi todos los jueces esperan a que caiga Nicolás Maduro y eso lo saben hasta las piedras y lo callan herméticamente; 
- una Fiscal Superior delMinisterio Público, quien después de participar activamente en las barricadas del terror y de la muerte el pasado año dos mil diecisiete (2017), por más de ciento diecisiete (117) tuvo el salvoconducto para irse, tal y como hizo su jefa Luisa Ortega Díaz, yéndose tranquilas, habiendo dejado un esterero de muertos, aunque el actual Fiscal Superior de Mérida, conocedor de esa idiosincrasia del servilismo ante la godarria andina, pese a que dizque está comprometido con la revolución y la justicia, ni de vaina se ha atrevido a hacer justicia por la memoria de todas las víctimas del terrorismo de la derecha del dos mil catorce(2014) y del dos mil diecisiete (2017), aunque el papel aguante toda la pose que certifique lo contrario, por aquello, también, de quedar bien con todos y no meterse en vainas que afecten su carrera política y su prestigio en la meseta andina; - ni qué decir, de muchos funcionarios policiales y de la Fuerza Armada NacionalBolivariana (FANB), que apostados o destacados en Mérida, son beneficiarios directos y socios del contrabando de café (como hacen los diputados Paparoni, padre e hijo), productos elaborados, alimentos, verduras y hortalizas,  gandolas (trucks, no camioncitos) cargadas de gasolina y lubricantes, toneladas de billetes que pasan por todas las alcabalas hasta llegar a Colombia, así como también, del tráficos de drogas que de Colombia entra a Venezuela como puente hacia otros destinos, en donde muchas veces, esos traquetos son dueños de fincas hermosas en los pueblos del sur, como El Molino, Capurí, Mesa Quintero, páramos andinos de Mucuchíes o de Bailadores y Tovar,entre otros
- bancos que ahora son de segundo piso en toda Mérida, pero en donde no hay un solo cajero electrónico que emita billetes y no hay taquilla que de más de veinte mil bolívares (Bs. 20.000,oo), al mismo tiempo que en las barriadas,  entre los pobres y marginales, envilecidos por el hambre y el desabastecimiento programado, revenden los billetes, entre el setenta  y cien por ciento (70 y 100%)de su valor facial, a la vista de todas y todos, dinero que reciben de los choferes de las rutas urbanas, interurbanas y extraurbanas, porque los funcionarios de la SUNDDE en Mérida, al igual que en el resto del país se hacen los pendejos y cohonestan el tráfico de billetes, el porcentaje y el valor de producto si es comprado por punto y el contrabando de billetes, después de la centrífuga en Mérida;
- una ciudad que está inundada de basura, pese a que el Tribunal Supremo deJusticia (TSJ), en sentencia firme, ordenó al anterioralcalde prófugo que se dedicara a recoger la basura y el actual alcalde no lo está haciendo, deliberadamente y como arma política, sinque haya algún cuadro de la revolución bolivariana o cualquier ciudadano de buena voluntad, que, como al actual Fiscal Superior no se le ha prendido el bombillo de pedir una ejecución forzosa, éste lo haga, en beneficio de la ciudadanía, aunque la jueza de control o juez rector lo engavete, o, que lo introduzca directamente en Caracas en la sede delTSJ, para que no corra esa infeliz suerte en detrimento de la salud de las y los merideños herméticos;
- la desgracia de apagones que por años vienen padeciendo en todo el Estado Mérida, del que ahora, con desvergüenza, salen los responsables directos de esta tragedia, alarmados anunciando que los embalses de Mérida y Táchira se vaciaron por el verano y falta de lluvias, pero callando que las plantas termoeléctricas enseguida que se inauguraron, fueron abandonadas y sus recursos desviados para otros fines,  gracias a la impunidad;
- Sumadas a las anteriores, está la desgracia del sobreprecio, la usura y el desabastecimiento programado, lacras que nunca han sido atacados, ni por el gobierno nacional, ni por los gobiernos regionales en los últimos cinco años, en un estado de complacencias que nunca toca los intereses de la rancia godarria y burguesía merideña, que ahora, gracias  al servilismo del gobernador adeco, Ramón Guevara, se han agudizado estas macabras prácticas en contra del pueblo trabajador;
- Y a la desgracia anterior, se ha sumado que los beneficios de los CLAP, las misiones y los beneficios que han impulsado, tanto el Comandante Chávez, como el Presidente Nicolás Maduro, no le llegan al Pueblo de Mérida, con efectividad, regularidad y proporcional a la población, lo que genera molestias, rencores y tensiones entre los beneficiarios, quienes tampoco reciben de los funcionarios del Estado y del gobierno revolucionario el mejor trato, más allá del desplante y muchos de nuestros llamados dirigentes revolucionarios y de los partidos de la revolución, andan como en otra sintonía, en una especie de merequetengue y bailoterapia existencial, que se conforma con la consigna y la bravuconada, pero que no pone por delante los padecimientos, las penurias y el hambre del Pueblo.

Podrían, amble lectora, amable lector, decirme que estoy mintiendo, por ejemplo, si indagamos  acerca de qué están haciendo los jerarcas partidistas y nuestros funcionarios contra todas las lacras mencionadas, ut supra, de donde no obtendremos ninguna respuesta concreta, sino un “sí estamos haciendo, en las instancias debidas”, aunque no dicen qué, porque no hay tal “qué”. O podrían explicarme, por ejemplo, por qué el revolucionario rector de la UNERG, hace caso omiso o espera a que el ministro o el mismo presidente Nicolás Maduro lo obliguen, a que los estudiantes de Medicina de la UNERG, que están en el Centro de RotaciónHospitalaria (CRH) de Mérida, aún no han podido comenzar su último año de pasantías en el Hospital del IVSS porque, sencillamente, no han formalizado nada respecto de ellos y el director de este Hospital del IVSS no va a mover un dedo, “si alguien de arriba no se lo pide, aunque sea, verbalmente”, pero, además, este rector, que cobra quince y último puntualmente, no se ha preocupado por el pago puntual de los médicos docentes especialistas, quienes no cobraron en todo el año dos mil diecisiete (2017) y lo que va del dos mil dieciocho (2018). 

Lo hermético en tanta desgracia en nuestra Mérida de Venezuela está en que de nada se habla claro, aunque la reacción, nada espontánea, sino deliberada, es la violencia, como la que hemos padecido en los años 2013, 2014, 2017 y lo que está empezando a gestarse con  la trinidad embrutecedora del Merideño, en donde el Príncipe de la Iglesia Católica, Baltazar Porras, el Rector Mario Bonucci y el Gobernador Ramón Guevara, auparán la violencia y muerte, en su plan macabro para salir de Nicolás Maduro, en medio de la impunidad más pasmosa.

Es muy curioso, en esta Mérida controlada por la godarria andina, que los pobres acusan a Nicolás Maduro de todas las culpas y padecimientos, cuyos causantes  del terrorismo económico, político y social son otros, la godarria merideña y sus serviles de la derecha tradicional, adeco-copeyana, ayudados por esa nueva clase social emergente, de bachaqueros, traficantes, narcotraficantes, que han engrosado esas filas y conviven con ellos, ahora, comen de sus platos y sus vástagos se refocilan  entre sí, porque empiezan  a ser más de lo mismo, ahora fortalecidos en esa nueva economía especulativa y dolarizada, que vive a costa de los pobres de la Mérida de Santiago de los caballeros.

Es penoso, que de nuestro lado se la estamos poniendo fácil a la remozada godarria merideña, porque nadie está enfrentando a este terrorismo económico, político y social, más allá de afirmar con pinta de sabio que “estamos en una guerra económica”, como descubriendo la rueda, pero la vaina sigue igual, con una gran masa de pobres o pobresía, que quiere parecerse a sus verdugos y hasta los justifica, con la bendición del dios de los pendejos, a punta de rezos, camándula y servilismo. No me queda, sino santiguarme.


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Perfil del Bloguero
Nacido en Mérida, Venezuela.Narrador y ensayista. Activista político de base, del PSUV. Comunicador de Calle del SiBCI, No. 16004.Profesor universitario e investigador de fenómenos sociales y del habla espontánea.Profesor en Lengua Materna; Magister Scientiae en Literatura Iberoamericana; Doctor en Ciencias Sociales.



Comentarios
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Comentarios
Un buen titulo para este ensayo y que el autor tímidamente no se atreve a poner es: "Añorando el Capitalismo..."
Nota sin comentarios populares.